Ciao Lucia, la firma californiana con la que podrás viajar sin salir de casa

EntrevistaEsta marca californiana introduce el resortwear, prendas cómodas y fáciles, inspiradas en la Nouvelle Vague y en las décadas de los 60 y 90. Diseños que igual encajan en una playa paradisíaca que en el fragor de una oficina o en el calor del hogar, y que vuelven a colocar a la industria de la moda como una fabulosa plataforma para la evasión

Por Sara Hernando

Después de un año sin viajar, o haciéndolo lo mínimo e indispensable, no hay alma que no se visualice en alguna playa caribeña, cóctel en mano, y pareo ajustado a la cintura. Y no, me temo que las circunstancias no han variado mucho, pero ya va siendo hora de quitarnos el chándal. A esto nos puede ayudar Ciao Lucia, una firma californiana fundada por Lucy Akin en 2017. Akin, durante varios años dueña de una de las tiendas de ropa más celebradas de Los Ángeles, Shop Super Street, decidió explorar otra faceta además de la de empresaria, la de diseñadora. “Tuve una corazonada y me di cuenta de que estaba en el lado equivocado de la industria”.

Después de diseñar una pequeña colección, que puso a la venta en su boutique, agotándose en pocos días, decidió lanzar su propia marca, Ciao Lucia, inspirada no solo en las costas europeas del sur de Francia e Italia, sino también en el cine de la Nouvelle Vague y en las décadas de los años sesenta y noventa. “Me encantan los colores de las películas, las actrices protagonistas y el diseño gráfico. Pierrot el loco me fascinó durante años. También me inspiran libros como Suave es la noche de F. Scott Fitzgerald. Hay un romanticismo en el sur de Europa que siempre me ha atraído”, afirma Akin.

Sus diseños, de cortes sencillos y tejidos confortables, conforman el armario (maleta más bien) perfecto para unas vacaciones también perfectas. Pero, además, cumplen con todos los requisitos que se espera de una prenda en 2021: compromiso social y medioambiental. “Fabricamos todas nuestras piezas en Los Ángeles, a excepción de nuestro tejido de punto, que se hace de forma éticamente responsable en Perú. Es importante para mí apoyar la producción local. Respeto profundamente a las personas con las que trabajamos y es importante que cada parte de nuestro proceso de producción se pague de manera justa”, se sincera. Conversamos con la creadora sobre su firma, sus inquietudes inmediatas, y la necesidad de evasión.

¿Cuándo decidiste lanzar Ciao Lucia?

Fue 2017. Por aquel entonces tenía una boutique en Los Ángeles llamada Shop Super Street. Tuve una corazonada y me di cuenta de que estaba en el lado equivocado de la industria. ¡Necesitaba diseñar! Así que un fin de semana, que estaba resfriada en la cama, mientras veía Grandes Esperanzas esbocé seis looks. Coloqué las muestras en mi tienda y, teniendo en cuenta que estas no tenían etiquetas, ni ningún tipo de marca, nada de nada, se vendieron de inmediato. Luego hice unos pocos diseños más y los incluí en nuestra web. Una amiga mía que trabajaba en Vogue aquí, en Estados Unidos, me llamó preguntando sobre la marca, que quería hacer un artículo. Le dije que me diera varios meses para construir una idea completa y lanzarla en tándem junto a la historia. Desde allí, volé a Acapulco con nuestra modelo y fotógrafo, y lancé la web. Fue muy emocionante y lo sentí como si estuviese trabajando en algo muy grande.

¿Qué novedades aporta a un mercado ya muy saturado?

Tras tener Shop Super Street, que ahora está cerrado para poder centrarme al cien por cien en Ciao Lucia, aprendí mucho sobre lo que las mujeres querían llevar. Existen tantos aspectos psicológicos detrás del hecho de ir de compras: qué es lo que nos sienta bien, los colores de los que nos alejamos, etc. En Shop Super Street percibí que faltaba algo en el mercado que se centrara completamente en cómo se sentirían las mujeres con tu ropa. Yo no tengo el cuerpo perfecto y quería prendas que me hiciesen verme bien y segura de mí misma. Todos nuestros vestidos tienen algún tipo de elemento ajustable para que realmente puedas adaptar las piezas a tu cuerpo y acentuar las áreas que más te favorezcan.

¿Cómo definirías la estética de Ciao Lucia?

Responde a la independencia y a la fuerza de las mujeres a las que les gusta sentirse sexis. Verse bien para ellas mismas. La marca siente gran nostalgia del antiguo cine francés de la Nouvelle Vague. Siempre he admirado el fuerte liderazgo de los personajes del pasado. Y la estética de los años sesenta, que, sin pretenderlo, es muy pulida.

¿Qué crees que es lo que atrae a las mujeres a tu marca?

Creo que les gusta mi firma porque la firma no te lleva, si no que presta un servicio a la persona que la usa. No encubre tu personalidad. Existe cierta alegría que se manifiesta en la ropa. Las piezas son muy sencillas y clásicas, pero aún así son favorecedoras y actuales.

¿Por qué incluyes referencias vintage en tus diseños?

Durante toda mi vida me han inspirado los años 60 y los 90. Ciao Lucia es una combinación de ambos. La Nouvelle Vague del cine francés fue una gran inspiración para mí porque me encantan los colores de las películas, las actrices protagonistas y el diseño gráfico. Pierrot el loco me fascinó durante años. También me inspiraron libros como Suave es la noche de F. Scott Fitzgerald. Hay un romanticismo en el sur de Europa que siempre me ha atraído. Trato de canalizar eso cada temporada en la ropa.

¿Dónde encuentras la inspiración?

Normalmente viene del cine, ya sea antiguo o actual. Películas como El Graduado, La Semilla del Diablo, Una mujer es una mujer y El Padrino han sido una gran inspiración para mí. Call Me by Your Name y Érase una vez en Hollywood son títulos recientes que me han inspirado. Pero eso sí, tienen que estar cargadas de nostalgia vintage.

¿Tienes (y utilizas) prendas de otras marcas?

Mi estilo personal es muy de los noventa, pero también elegante. Llevo un montón de vestidos de seda de mi propia marca con nuestros jerséis superpuestos. En California siempre se necesitan capas así que suelo llevar una chaqueta a todas partes, pero también utilizo mucho mini vestidos. La mayoría de las veces compro ropa vintage. Sí compro prendas de otras marcas, sobre todo de Prada y Calvin Klein, e incluso de los años noventa de J. Crew.

¿Qué importancia tienen para ti los materiales?

Son muy importantes para mí. Trato de escoger telas que viajen bien. Suaves algodones lavados para estar en la playa y que luego, cuando te los llevas a casa, huelen a protector solar y loción de bronceado. Seda fina con la que puedes salir a cenar y luego meterla en la maleta. Los materiales son primordiales a la hora de sentir la ropa, de cómo te hace sentir cuando te la pones, así que hago todo lo posible por ser cuidadosa con los que usamos y también con cómo estos afectan al planeta.

¿Hay hueco para la sostenibilidad y la ética laboral en tu firma?

Todas las marcas tienen la responsabilidad de hacer todo lo posible por ser éticos y conscientes en 2021. Creo que crecer lentamente, como es nuestro caso, es responsable. Es una forma fabulosa de evitar la sobreproducción. Nosotros fabricamos todas nuestras piezas en Los Ángeles, a excepción de nuestro tejido de punto, que se hace de forma éticamente responsable en Perú. Es importante para mí apoyar la producción local. Respeto profundamente a las personas con las que trabajamos y es importante que cada parte de nuestro proceso de producción se pague de manera justa. Hemos incorporado el uso de telas más sostenibles. Mi próximo proyecto abordará nuestro uso del plástico: he estado acumulando todo el plástico desperdiciado para usarlo en un proyecto especial que se lanzará este año.

¿Crees que la crisis que estamos viviendo va a traer algún cambio en la industria de la moda?

Se discutió mucho al principio de la pandemia sobre los grandes cambios en el calendario de la moda. Creo que todas las marcas despertaron y ahora quieren hacer lo que sea mejor para ellos. Ya sea haciendo dos o seis temporadas al año, las firmas están cambiando su manera de trabajar. Creo que antes teníamos tanta saturación en el mercado que ahora todos están retrocediendo y cambiando de estrategia. Pero me temo que solo el tiempo tiene la clave de lo que va a pasar.

¿Cómo ha cambiado la crisis de la Covid-19 los planes con tu marca?

Estaba bastante asustada cuando la Covid llegó. Justo acababa de cerrar Shop Super Street para centrarme en Ciao Lucia y me sentí un poco derrotada cuando todo esto comenzó. Tenía mucho miedo de que Ciao Lucia no saliese adelante. Afortunadamente, nuestro negocio creció de forma muy saludable la primavera pasada, y esto se ha mantenido con fuerza. Definitivamente nos hemos encontrado con problemas debido a la Covid, como por ejemplo, retrasos en la producción, pero el hecho de que haya podido crecer ha sido muy positivo. Fue importante para mí poder seguir apoyando a mis empleados durante estos tiempos tan convulsos.

Tu marca sigue la estética de chicas que parecen estar en eternas vacaciones. Casi nadie ha podido irse de vacaciones este año, ¿ha sido difícil sobrellevarlo?

Este invierno fue duro ya que nadie estaba viajando, pero la gente todavía quiere creer en la nostalgia de las vacaciones. Nuestras imágenes me transportan a otros lugares, y creo que nuestros clientes quieren comprar eso como una forma de vivir indirectamente.

¿En qué momento se encuentra la firma?

Estamos pasando por la fase de la adolescencia. Fue un bebé hace un par de años, pero ahora hemos crecido un poco y estamos aprendiendo. Los cimientos ya están puestos y ahora ha llegado el momento de construir.

¿Cuáles son tus planes de futuro?

Estoy empeñada en hacer varias colaboraciones. Me encantaría hacer una de ropa de tenis, artículos para el hogar o gafas de sol. Diferentes líneas que encajen con nuestra filosofía de marca y que muestren quién es la chica Ciao.

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