Mavys Álvarez fue novia de Diego Maradona en 2001. Entonces, ella solo tenía 16 años y pasó por un calvario presente en su memoria aún dos décadas después. De hecho, sus recientes declaraciones han abierto una investigación, instada por una oenegé, por presunta trata de personas que involucra al entorno del exfutbolista.
De su cruel relato, quizás ésta sea la parte más desgarradora: «Me violó mientras mi madre lloraba detrás de la puerta». Fue uno de tantos episodios de supuestos malos tratos y abusos en una historia que arranca en Cuba, país de origen de la entonces adolescente.
El astro futbolístico se encaprichó con ella, que no pudo rechazarla ante el riesgo de sufrir represalias por parte de su Gobierno, en carne propia o en la de su familia, dada la estrecha relación del argentino con los hermanos Castro, Fidel y Raul. En la isla tomaba lo que quería.
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A partir de ahí, se sucedieron los supuestos episodios de malos tratos y la imposición de beber y consumir cocaina junto a él. En una entrevista, explica cómo en una ocasión la arrastró por las escaleras. «Estábamos en una discoteca y, sin querer, le di un golpe en la nariz con la espalda. Bailando le doy un golpe sin intención. Y él se puso bien violento. Me sacó a empujones de la discoteca, me montó en el auto, me llevó para la casa, me subió las escaleras a rastras por los pelos».
La violación
El episodio más dramático ocurrió, sin embargo, en la casa que el deportista ocupaba en La Pradera, la clínica donde ingresó para recuperarse de sus adicciones. La madre de la joven acudió a buscarla. Golpeó la puerta de la habitación donde ambos estaban pero el futbolista no le abrió.
«Me tapó la boca para que yo no gritara, para que no dijera nada y abusó de mí. Mi mamá vino a verme ese día a la casa donde estábamos en La Habana y Diego no le quiso abrir la puerta de la habitación. Mi mamá tocó y él no abrió. Me violó», detalla.
«Nunca abrió la puerta Diego. Nunca la abrió. Mi mamá estuvo tocando, bajaba, volvía, subía y tocaba y lloraba detrás de la puerta porque sabía que estábamos ahí. Él nunca le abrió hasta que se tuvo que ir porque no le abrió», prosigue su relato.
Trata de personas
Maradona se empeñó en que la cubana la acompañara a Argentina en uno de sus viajes. A su llegada a Buenos Aires, siendo menor de edad y sin autorización parental, fue obligada a someterse a un aumento de pecho. Una oenegé ha reclamado el inicio del proceso por trata de personas contra el entorno de la estrella mediática que permitió todo estos.
La cubana ha viajado a Buenos Aires para personarse en la causa. «La cadena de responsabilidades parte de Cuba. Tenemos un Jefe de Estado que da el préstamo de una chica de 16 años a alguien que lo solicita que es Maradona, después tenemos a los oficiales de migraciones de Argentina que en 2001 dejaron pasar a una menor de edad sin la documentación necesaria. Y también tenemos un médico que lleva adelante una operación quirúrgica sin ningún chequeo», expone su abogado.
Durante su estancia en el país, únicamente le permitieron salir en dos ocasiones de la habitación, donde permanecía «semiprisionera» con la excusa de que podía encontrarse con la familia de Maradona. «Presta claramente un esquema de posible trata, de reducción a la servidumbre y las lesiones que este médico le produjo por llevar una intervención quirúrgica sin permiso del padre», añade el letrado.
