SALUD
Aumenta el riesgo de infecciones vaginales y provoca cambios en la menstruación
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. Normalmente el páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como energía.
Si una persona tiene diabetes, su cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. Cuando no hay suficiente insulina o las células dejan de responder y queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo, con los problemas de salud que esto puede conllevar, como el desarrollo de enfermedades cardíacas o la pérdida de visión.
Cabe diagnosticar y controlar la enfermedad, especialmente en el caso de las mujeres. Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), en estos casos, la diabetes aumenta aún más el riesgo de tener otras complicaciones relacionadas con la diabetes, como ceguera, daño al riñón y depresión.
Infecciones y hongos
Las infecciones vaginales por hongos son habituales y hay que tratarlas, pero las mujeres con diabetes tienen un riesgo mayor, especialmente si sus niveles de azúcar en la sangre son altos. Entre las causas: los niveles altos de azúcar en la sangre y la mala circulación (que reduce la capacidad del organismo para combatir las infecciones). Además, en algunas mujeres la vejiga no se vacía completamente debido a la diabetes, lo que crea un medio perfecto para que se multipliquen las bacterias.
Cambios en la regla
Los cambios hormonales justo antes y durante el periodo menstrual pueden hacer que sea difícil predecir los niveles de azúcar en la sangre. Puede ser que esas mujeres tengan periodos menstruales más largos o más intensos, y los antojos de ciertos alimentos pueden dificultar el manejo de la diabetes.
Relaciones sexuales y anticonceptivos
La sequedad vaginal es un problema para cualquier mujer. La diabetes acrecienta estas molestias. Entre las causas pueden estar el daño en los nervios, la reducción en el flujo de sangre, los medicamentos y los cambios hormonales, incluidos los cambios durante el embarazo.
Precisamente, en mujeres embarazadas, es determinante la planificación. Según los NIH, la enfermedad puede dificultar la concepción y puede aumentar el riesgo de: