La lavadora es uno de los electrodomésticos indispensables en cualquier hogar. Para que ésta siga lavando la ropa de manera eficaz y para alargar su vida útil todo lo posible, es decir, para ahorrarnos el disgusto -y el dinero- de tener que comprar otra nueva, es necesario llevar a cabo un mantenimiento regular a través de una serie de sencillos pasos.
Vamos a ver cómo limpiar cuatro partes básicas de la lavadora: cajetín dispensador, filtro, tambor y junta de goma. Aunque en el mercado podemos encontrar productos especializados de limpieza, en casa tenemos todo lo necesario para una limpieza completa de la máquina.
LIMPIEZA DEL CAJETÍN DISPENSADOR
Es la pieza que abrimos para añadir el detergente, el suavizante y la lejía. Restos de estos productos tienden a acumularse en los compartimentos, lo que acabará por generar malos olores y moho que pueden estropear la ropa. Para evitarlo, basta con quitar el cajetín, siguiendo las instrucciones del fabricante, y luego enjuagarlo con agua tibia y jabón. Este trabajo breve hay que realizarlo en cuanto veamos los primeros indicios de suciedad.
LIMPIEZA DEL FILTRO
Seguramente es el componente de la lavadora que menos caso hacemos a la hora de mantener la máquina en buenas condiciones. El filtro suele encontrarse en la parte inferior del frontal del electrodomésticos y sirve para evitar que hilos, pelos o pequeños objetos que hemos olvidado en los bolsillos acaben taponando la bomba de desagüe y produciendo una avería.
Un claro síntoma de que es necesario limpiar el filtro, según apuntan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es que la lavadora, después de acabar el programa, mantiene agua dentro del tambor, o que la ropa continúa estando sucia tras el completarse el ciclo de lavado.
Ten en cuenta que, al desmontar el filtro, es probable que salga agua, por lo que se recomienda poner en el suelo alguna toalla o un recipiente que recoja el líquido. Una vez hemos quitado el tapón y tenemos el filtro, hay que limpiarlo con agua templada e incluso con jabón, si lo consideramos necesario. Una vez seco, volvemos acoplarlo en su lugar.
LIMPIEZA DE LA JUNTA DE GOMA
Este elemento debemos mantenerlo limpio siempre, ya que es habitual que se vaya acumulando en él suciedad, malos olores e incluso moho. Si la junta de goma del tambor de la lavadora está en buenas condiciones, basta con sumar un paso más al ritual del lavado de ropa: después de lavar y recoger la colada toca coger un trapo húmedo y repasar todos los surcos de la junta y, luego, con otro paño lo secamos. Además, se recomienda dejar la puerta de la lavadora abierta para que no se acumule suciedad.
Si, por contra, la junta de goma ya está sucia, pasamos a diluir en un recipiente unos 50 ml de vinagre, una cucharada de bicarbonato y el agua de un vaso. Aplicamos el producto resultante directamente en la goma y con la ayuda de un cepillo de dientes vamos frotando toda la goma. Por último, secamos la pieza con un trapo seco y dejamos la puerta abierta. Si el resultado aún no es satisfactorio, repetimos proceso. Hay expertos que aconsejan realizar esta limpieza una vez al mes, incluso estando la junta en buen estado.
LIMPIEZA DEL TAMBOR
Sí, también el tambor necesita un mantenimiento. Y sí, de nuevo apostamos por el vinagre como producto antical. Esta vez, introducimos medio litro de vinagre en el compartimento del detergente del cajetín dispensador y programamos un lavado largo a alta temperatura (60 grados o más). Una vez completado el ciclo, abre la puerta de la lavadora y deja secar durante varias horas.
Conforme a los criterios de
The Trust ProjectSaber más
