Cindy, la madre, le dio por tanto el testigo a su hija, pues fue ese mismo año cuando esta comenzó a trabajar en campañas publicitarias e hizo sus primeras incursiones en los desfiles de moda. Solo dos años más tarde, obtuvo el Premio a la Modelo del Año en los British Fashion Awards.
En la actualidad, y con solo 20 años que cumple hoy, no hay desfile de las principales marcas del mundo del lujo en el que Kaia Gerber no esté presente, ni campaña ni portada de revista. De hecho, a los 18 consiguió 'The Big Four' de Vogue, es decir, haber protagonizado la cover de las ediciones estadounidense, británica, francesa e italiana de la biblia de la moda. Solo una modelo lo logró con menos años: Karolina Kurkova a los 17.
Kaia comparte pasarela con grandes como Bella Hadid y su hermana Gigi, Joan Smalls, Cara Delevingne, Kendall Jenner, Chrissy Teigen, Hailey Baldwin o irina Shayk. Un grupo poco homogéneo, nada que ver con el que formó su madre en los años 90, el conocido como el de las primeras supertops.
Y es que esas mujeres -Naomi Campbell, Linda Evangelista, Christy Turlington, Tajana Patitz, Claudia Schiffer y Helene Christensen, además de Crawford- dieron un paso más allá y se convirtieron en auténticos personajes. Inmortalizadas por Peter Lindbergh, fueron las primeras modelos con nombre propio.
Las comparaciones son odiosas y para gustos son los colores, Kaia y Cindy, Cindy y Kaia. Las dos representan los cuerpos que hacían furor en los 90 una, y en la actualidad otra. La madre era el prototipo de mujer voluptuosa, con abundante melena ondulada, enorme sonrisa y paso firme sobre la pasarela.
Kaia, sin embargo, prácticamente no tiene curvas, camina seria en los desfiles para que los espectadores se centren en la ropa y no en ella, tiene el pelo corto y liso, y no ha heredado ese lunar sobre la boca que fue el santo y seña de su madre.
Dos carreras decisivas para el mundo de la moda. Solo el futuro dirá cuál de las dos ha llegado más alto.
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