Al comienzo de este nuevo año, las familias de clase trabajadora enfrentan una carga adicional —la expiración del crédito tributario por hijos extendido (CTC en inglés). La extensión proveyó alivio económico a millones de familias durante la pandemia: pagando la cantidad anual por hijo de $2,000 a entre $3,000 y $3,600; pagando el crédito en plazos mensuales en lugar de en un pago único; y extendiendo los beneficios completos del crédito a familias que previamente no eran elegibles por tener ingresos demasiado bajos.
El mismo día que expiró la extensión del CTC, se reportaron casi 450,000 nuevos casos de COVID —casi el doble de los casos reportados para la misma fecha en el 2021— y el promedio semanal fue de sobre 380,000 casos por día. A pesar de que la pandemia está en todo su apogeo, la expiración del CTC es solo la última de las protecciones COVID que se han dejado caducar: el Programa de Protección de Pago terminó en marzo del año pasado; los beneficios por desempleo ampliados terminaron en septiembre; la moratoria federal antidesahucios caducó este verano; y no hemos recibido un pago de estímulo económico desde la primavera del 2021.
Hubo un intento de hacer el CTC permanente como parte del presupuesto del programa social que propuso Biden, como esperaban los que apoyaron la extensión desde su inicio. En los seis meses desde que comenzó, la extensión ha mantenido a casi 4 millones de niños fuera de la pobreza, lo que redujo la taza de pobreza infantil por casi 30% y proveyó ayuda crucial a millones de familias. Sin embargo, de la misma manera que eventualmente removieron o drásticamente redujeron medidas que habrían provisto fondos para causas de beneficio social del presupuesto (como energía renovable, universidad comunitaria gratis, permiso familiar y por enfermedad pagado, y aumentos tributarios a los hiper-ricos y a corporaciones), los demócratas de derecha han bloqueado la expansión del CTC.
Joe Manchin es uno de los responsables por matar la extensión del CTC, expresando “preocupaciones” racistas y elitistas sobre lo que las familias harían con el dinero. Investigaciones recientes han demostrado que la extensión del CTC ha reducido significativamente la pobreza infantil y la inseguridad alimentaria. Más aún, las mismas investigaciones han encontrado que, en un momento en el que el sistema no está protegiendo ni acudiendo a las necesidades de la clase trabajadora, los recipientes del CTC lo usaron para comprar comida, pagar la renta y otras cuentas, pagar por cuidado infantil, comprar ropa, crear ahorros y pagar deudas. Todas estas son necesidades que deberían ser provistas para todos, y mientras que el CTC representaba solo una fracción de la totalidad del apoyo social que se necesita era sin embargo una fuente de seguridad invaluable para las familias de todo el país que ahora les ha sido arrebatada.
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— Paula Ersly Tue Oct 13 21:34:43 +0000 2020
A pesar de controlar la Cámara, el Senado y la presidencia, una y otra vez los demócratas han fracasado en su manejo de la pandemia COVID-19. Una y otra vez se han capitulado a las fuerzas de derecha dentro de su propio partido que se oponen a instituir, o tan siquiera continuar, los programas de beneficio social más básicos. Podrían usar su poder e influencia para presionar a Manchin, Krysten Sinema y otros demócratas de derecha que tan clara y descaradamente trabajan para obstruir cualquier legislación que pudiera beneficiar a la clase trabajadora. Al contrario, Biden y el partido Demócrata reducen las leyes que proponen, remueven elementos clave y poco a poco desmantelan reformas que la clase trabajadora desesperadamente necesita, todo en un intento por encontrar “terreno común”.
Al permitirle a Manchin y a otros que eliminen los elementos más progresistas del presupuesto para el programa social, al permitir que la avaricia y los intereses corporativos suplanten las necesidades y el bienestar de la gente, al permitir que los elementos más derechistas del partido los controlen, los demócratas una vez más defraudan a la misma clase trabajadora que alegan representar. Se han puesto en una posición en la que solo pueden pasar las reformas más limitadas. Los casos de COVID están más altos que nunca, millones de personas se han enfermado, y a pesar de esto los demócratas han dejado que los programas de alivio económico que ya estaban en función expiren, y no han logrado implementar nada significativo en su lugar, dejando a millones de personas en riesgo de inseguridad alimentaria, inestabilidad de vivienda, enfermedades serias y más.
La expiración del crédito tributario por hijos deja el fracaso del Partido Demócrata dolorosamente claro. Necesitamos un nuevo sistema, uno que priorice las necesidades humanas sobre las ganancias de las corporaciones, y no podemos quedar como rehenes de los caprichos de un individuo.
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