SALUD
Una nueva investigación demuestra que esta hormona está implicada en el comportamiento sexual de hombres y mujeres
La testosterona es la principal hormona sexual en los hombres, aunque también está presente en el cuerpo de las mujeres, en menor cantidad. Para los chicos, la testosterona es la clave durante la pubertad, ya que contribuye al crecimiento del vello corporal, el desarrollo muscular y el cambio de la voz. En los hombres adultos, controla el deseo sexual, mantiene la masa muscular y ayuda a producir esperma.
Pero la testosterona influye además en otras cuestiones. Al parecer, está relacionada significativamente con el tipo de relaciones íntimas y con el comportamiento sexual, tanto de hombres como de mujeres. Así lo asegura una nueva investigación publicada en The Journal of Sex Research.
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— Nicole McLean-Smallwood Sun Jan 14 15:00:46 +0000 2018
Estudio del comportamiento sexual
Los investigadores, un grupo de científicos del Reino Unido, partieron de los datos recogidos en la tercera Encuesta Nacional Británica de Actitudes Sexuales y Estilos de Vida (Natsal-3) para estudiar cómo la testosterona está implicada de manera diferente en el comportamiento sexual de hombres y mujeres a nivel de la población. A partir de aquí, midieron la testosterona en muestras de saliva de casi 4.000 adultos y utilizaron cuestionarios para investigar los vínculos entre la cantidad de andrógenos y cómo las personas expresan su sexualidad.
Así, observaron que los hombres con niveles más altos de la hormona tenían más probabilidades de haber estado con más de una pareja sexual al mismo tiempo en los últimos cinco años y de haber tenido relaciones sexuales heterosexuales recientes, según el análisis de estos investigadores.
En lo que se refiere a las mujeres, los investigadores vieron que las que tenían un nivel más alto habían experimentado relaciones con personas del mismo sexo, además de masturbarse más recientemente y con mayor frecuencia.
Hasta ahora, la testosterona se ha considerado comúnmente como el impulsor biológico del deseo sexual en los hombres, aunque la evidencia no es concluyente. Su papel en el deseo femenino no se ha estudiado y comprende aún menos. Para los autores del estudio, este trabajo permite abordar la falta de atención que se ha prestado hasta ahora al papel de los andrógenos en la sexualidad de las mujeres.
Profundizar sobre la sexualidad
Según defienden, los datos de su estudio tienden a confirmar que las diferencias entre hombres y mujeres deben entenderse examinándolos en el contexto de las influencias sociales y hormonales sobre la función y el comportamiento sexuales. El vínculo marcado de la testosterona con la masturbación entre las mujeres, en ausencia de un vínculo observado con aspectos del sexo en pareja heterosexual, es una muestra de ello.
Las investigaciones anteriores sobre las hormonas y la sexualidad femenina han tendido a centrarse únicamente en aspectos de la reproducción, como la menstruación. En los hombres, la atención se ha centrado en su papel en la capacidad de desempeñarse sexualmente, por ejemplo, para lograr una erección.
